El proyecto plantea un conjunto de edificaciones integradas con el entorno en el que se asientan, aprovechando las privilegiadas vistas y la orientación solar, y respetando los materiales y colores utilizados en el lugar.
Disposición transversal de bloques donde las fachadas en su planta baja se recubren de la piedra autóctona del lugar estableciendo un zócalo de apoyo visual y una relación directa con los muros de contención típicos de la zona.
En planta primera las terrazas y voladizos contribuyen a la creación de sombras para la protección solar de una fachada de color blanco que recoge la luz.