Una pareja joven y su hija se mudan a este amplio piso con vistas al río Vinalopó encargándonos una total reforma y redistribución de la zona de día.
Partimos de una pequeña cocina con galería separada de una amplia zona de estar por un tabique, por lo que se procede a unir ambos espacios y crear una isla entre ellos. Se emplean unas venecianas de madera como elemento divisorio entre cocina-comedor y salón para tener algo más de privacidad en cualquiera de estos espacios y se propone un rincón chill out separado del salón por una celosía calada de madera cambiando el suelo de madera a sisal para crear un ambiente diferenciado.
Domina el color verde en la decoración, al encontrarnos con un azulejo vintage de éste color que conservamos en las paredes de la zona chill out. Destaca la pared de mayor longitud donde se ubica una antigua chimenea que se conserva y unas hornacinas empotradas que se pintan del mismo color, y donde además se propone un papel basado en las pinturas de Henri Rousseau, inspiradas en la selva ecuatorial.
