El proyecto para la nueva imagen de este salón de belleza en Alicante partía de una premisa clara por parte del propietario. Crear distintos espacios que generasen una experiencia diferente al cliente según se fuese adentrando en el local, todo desde una imagen global de conjunto.
Se buscó crear una estética elegante a través de la utilización de materiales naturales y diseño de mobiliario único para el proyecto, donde cada detalle cuenta.
Una de las claves de la nueva imagen fue la honestidad con que se muestra el local existente, descarnando los morteros y yesos de las paredes para dejar los muros de mampostería vistos, así como el techo de vigas de madera y todas las instalaciones vistas y pintadas en tono marfil.
Llaman la atención los tocadores verticales y ovalados, piezas esenciales de este proyecto, que se repiten sobre la pared de piedra. Retroiluminados y enmarcados en latón, y desproporcionados intencionadamente respecto a la altura visual del usuario, generando un efecto manierista que personaliza la experiencia “hair cut”.
También destaca la atmósfera acogedora creada para la zona de SPA, que se separa del resto del local mediante puertas correderas de vidrio ranurado traslúcido con marcos de madera. En su interior un sistema de climatización segregado, un equipo de sonido específico y una iluminación más tenue consiguen ese ambiente relajado que transporta al cliente a un estado de bienestar.
